En el ámbito de la arquitectura doméstica parece que la forma habitual de entender la luz artificial es entenderla como un elemento de soporte a la luz natural. Buscamos la luz en las fachadas para obtener el máximo beneficio de la luz solar y todos los espacios interiores los dejamos como algo residual, por zonas como el baño tradicional cerrado, habitaciones con poca iluminación y donde el descanso es más importante que la actividad diaria. En este apartamento se quiere ocupar y habitar todo el espacio, tanto el espacio más cercano a las fachadas como los espacios más interiores siempre teniendo presente la esencia de la arquitectura que busca la luz natural para crear espacios saludables llenos de energía.
De este modo, las estancias más estáticas que necesitan de una buena iluminación natural se distribuyen en las dos fachadas del edificio. La luz de mañana invade todo el salón – comedor y la luz de tarde entra en la habitación y al estudio. En la parte central, menos agradecida por la luz natural, la luz artificial cobra importancia al servicio de todo el espacio. El espacio interior queda definido por un mueble central que organiza y distribuye la vivienda. Este mueble permite separar y unificar el espacio con dos recorridos lineales y un recorrido circular a la vez que flexibiliza los espacios para mayor o menor intimidad. En este sentido, es un elemento que permite diferentes actividades y se construye a partir de la integración de la luz en su arquitectura para que su función sea aún más rica y compleja y ofrezca mayores posibilidades de habitar el espacio. La linealidad del espacio se percibe con los elementos arquitectónicos y lumínicos, que marcan la directriz de conexión entre las estancias que se encuentran en las fachadas. La luz es proyectada con las luminarias técnico-decorativas de Insolit y programada para obtener diferentes escenas que acompañen las diferentes rutinas propias de la vida doméstica.
Siempre entendemos que el sistema DALI sirve para grandes edificios como hoteles y oficinas o para espacios que requieren de un cambio de escenas como restaurantes y bares o en residencias de lujo. En este caso el DALI se aplica en este apartamento de 100m2 con la intención de que el mismo espacio pueda habitarse de distinta manera creando escenas generales sin perder la posibilidad de darle al interruptor y controlar individualmente determinados puntos de luz. De este modo, el piso se ha equipado con botoneras que controlan todas las luminarias a la vez pudiendo dejar una iluminación determinada en cada una de ellas apretando un solo botón. Esto te permite llegar a casa y decidir la escena en función del uso que le darás al espacio. Por ejemplo, si la intención es cocinar al mismo tiempo que quieres utilizar el vestidor la iluminación será general con intensidades de luz más pronunciadas en la zona de trabajo y en los armarios.
En cambio si la intención es hacer de anfitrión a tus invitados la iluminación será mucho más tenue y se centrará en las zonas de paso dejando la mesa de comedor bien iluminada y elementos de la casa iluminados como algún cuadro o las picas del baño de invitados generando contrastes y confort visual. También podemos accionar los interruptores para controlar luminarias independientes para facilitar un uso puntual del espacio. La calidad de la luz de las luminarias Insolit y la posibilidad de fabricar luminarias a medida para este proyecto ha permitido obtener un resultado exclusivo. Principalmente se ha utilizado el proyector minimalista modelo Stick diseñado por Josep Lluís Xuclà en los acabados blanco y bronce.
Como luminarias especiales se han fabricado unos lineales que combinan una luz lineal, un foco Stick integrado y un kit de 6 spots para marcar el suelo con manchas de luz focales. Estas luminarias se han ordenado y alineado con el mueble central del proyecto para enfatizar los recorridos y para entender todo el espacio como único.